martes, 28 de abril de 2009

Un año sin Ayelén

Murió arrollada por un colectivo de la línea 514

Un año sin Ayelén

Era estudiante del colegio Inmaculada de Burzaco. El conductor de la línea 514 sigue manejando y no recibió ninguna sanción hasta el momento. Los padres de la joven buscan testigos presenciales que puedan prestar declaración en la causa.

El 17 de mayo del 2006 María Ayelén Ávila, de 17 años fue atropellada por un colectivo de la línea 514 a la altura de la barrera de la Av. Alsina. La joven, que volvía de una clase de educación física del colegio Inmaculada Concepción, circulaba por la mano derecha llevando a una compañera en el manubrio de la bicicleta. Luego de cruzar el paso nivel, el colectivero encerró a la muchacha, rozándola por detrás. Ayelén perdió el equilibrio y cayó del lado izquierdo, siendo arrollada por el ómnibus. Cabe aclarar que el colectivo -del ramal 55- estaba fuera de línea y que el lugar por el que transitaba no correspondía al recorrido que habitualmente realiza. Luego, el vehículo fue detenido por una camioneta de la policía, en el momento en que intentaba doblar sobre la calle Roca.

Para Fabiana, mamá de Ayelén “la única manera de poder pasarlas era tocándolas, sino era imposible. Es más, Analí, la amiga de mi hija me contó que si el colectivero les hubiera tocado bocina, podrían haber hecho algo. El tema es que se les vino de golpe. No les dio tiempo a nada. Tocó la bici y cayeron”. Ya en el piso, Ayelén, que en ningún momento perdió el conocimiento, le pidió a su amiga que la ayudara a levantarse. Pero una señora que circulaba por la zona, lo impidió. Más tarde, un hombre que aparentemente estaba de paso, asistió a la adolescente: “la tomó de la mano, le habló constantemente y le pidió que lo mirase cuando sus ojos se iban para atrás” señala la madre de Ayelén. De estas dos personas, testigos claves para la causa, no se supo nunca más nada.

La víctima no fue trasladada de inmediato al hospital. Es más, la ambulancia nunca llegó. “El accidente ocurrió a eso de las 15.30 hs. Yo llegué enseguida porque me avisaron y trabajo cerca del lugar. Pero recién a los veinte minutos vinieron los bomberos, quienes llevaron a mi hija al Hospital Meléndez”, cuenta Fabiana. Ya en el hospital –donde la familia no se cansa de remarcar el excelente trato que recibieron-, el estado de Ayelén empeoró. “Yo pensé que Aye iba a quedar en observación. No tenía idea de que el colectivo la había pasado por encima. Y después con las placas salieron a la luz las fracturas de pelvis, tórax y lo complicada que estaba su situación”, explica Fabiana. Pero fue también en el hospital donde los familiares y amigos de la joven vivieron un momento desagradable. Mientras operaban a la joven, el chofer –que fue llevado al mismo hospital para hacerle los análisis pertinentes- en un momento se acercó a Analí y le dijo sin ningún tipo de pudor o sobresaltos: “ustedes me chocaron”. Lo paradójico de todo esto es que el colectivero permaneció detenido unas pocas horas en la comisaría y enseguida fue liberado al igual que el micro que manejaba. Y lo lamentable es que hasta el día de hoy este hombre sigue conduciendo. Peor aún: a Analí le ha tocado la tenebrosa coincidencia de tener que viajar en un colectivo manejado por esta misma persona. “Nadie de la empresa se comunicó con nosotros en todo este tiempo, ni para decirnos un “lo sentimos mucho”. Y menos el colectivero, que quizás no aparece por miedo. Uno espera que un día llame y por lo menos diga “no quise matar a tu hija. Lo único que quiero es que esta persona no maneje por un tiempo. Si no es idóneo, que se dedique a otra cosa. El seguramente tendrá otra oportunidad en la vida, Ayelén no”, concluye Néstor, padre de la víctima.

La causa, caratulada como homicidio culposo, actualmente está a cargo del Juzgado de Menores Nº 5 de la Unidad Funcional (UFI) 18 de Lomas de Zamora. Si bien los padres de la joven se muestran conformes con los avances, no ocultan cierto escepticismo sobre los tejes y manejes de la justicia argentina para con este tipo de casos. “Todo el mundo te dice que no va a ir preso. Y de hecho hay casos comprobados de negligencia, de conductores alcoholizados, de picadas o de exceso de velocidad donde se comprobó que el conductor escapó y ocultó su auto y así y todo le dan 3 años en suspenso”, sentencia resignado el padre de Ayelén.



Solidaridad…esa palabra

¿Por qué pedirle a la justicia que imparta equidad cuando no hacemos nada frente a una situación de injusticia? ¿Porque pagamos nuestros impuestos? Es sabido que el dinero nos hace más ambiciosos, más egoístas, más codiciosos, “fabrica privilegios” que nos hacen sentir más poderosos, más importantes, pero ¿desde cuándo la plata crea derechos? Quedarse con los brazos cruzados, no hacer nada para que las cosas cambien y no ayudar a alguien que lo necesita por comodidad, ¿miedo? o desinterés es también síntoma de una mezquindad y miserabilidad humana aberrante. La familia de Ayelén Ávila busca desde hace un año testigos, muchos de los cuales en un primer momento dieron el sí y luego se arrepintieron. Sin embargo, no ocurrió lo mismo con las córneas y las válvulas que los padres de la estudiante, en un momento de profundo dolor no dudaron en poner a disposición del INCUCAI, más allá de que posteriormente el juez no autorizara la ablación. Fabiana y Néstor tampoco dudaron a la hora de afirmar que esperan que este caso sirva para algo, para cambiar el modo en que está dispuesta la barrera o eliminar la loma que divide la calzada en la AV. Alsina,

Hablamos de SOLIDARIDAD ¿le suena? aún cuando se trate de heridas que quizás jamás se cierren y ausencias que posiblemente nunca se diluyan.


Se necesitan testigos

En la causa faltan testigos presenciales. Hasta ahora la única es Analí. Otros posibles son:

*La señora que entró en una farmacia cercana al lugar del accidente, pidiendo que le dieran algo para calmarla “por lo que había visto”.

*Una persona que le comentó al dueño del negocio de quinielas de esa zona que había visto cómo un colectivo había “pasado por arriba a una chica”.

*La mujer que impidió que Ayelén se moviera cuando cayó al pavimento.

*El hombre que asistió a la joven hasta que los bomberos la trasladaron al hospital.

Ante cualquier información o dato que puedan aportar, comunicarse con la redacción de El Changuito al 4294-3292

Accidentes de tránsito durante el 2006

En un estudio hecho por “Luchemos por la vida” entre junio y agosto del año pasado, los choferes de transporte público están involucrados en el 21% de las muertes.

El número de muertes por accidentes de tránsito en Argentina equivale a 12 guerras de Malvinas por año.

Cada hora muere una persona y otras 22 sufren lesiones.

En Argentina, 2 personas mueren por día víctimas del virus HIV. 25 mueren por accidentes de tránsito.

La Provincia de Buenos Aires encabeza “cómodamente” con 3062 muertes el listado de provincias con mayor número de víctimas de accidentes de tránsito, muy por delante de Santa Fé y Córdoba que tienen 643 y 543 respectivamente.

Fuentes: Asociación Civil Luchemos por la vida y

Asociación Vida


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