Entrevista - “La Novia Cine”
Zona de promesas
Co-fundadores de la productora
Atrás quedaron la cámara oscura, la linterna mágica, el kinetoscopio y el enorme cinematógrafo de los hermanos Lumiére. Para José Luis Lemos (29), Nicolás Oringo (22) y Laura Mendoza (28) una cámara digital, 30 pesos, un paquete de salchichas y mucha creatividad parecen ser los ingredientes necesarios para contar una buena historia. “¿Por qué no me tocó ser Michel Keaton?”, hiperkinética y verborrágica ópera prima del director José Luis Lemos (29), es el resultado de un estilo visual que amalgama elementos del cine fantástico del estilo de Sam Reimi en “Noche alucinante”.
Todo pasó muy rápido. En febrero para este grupo de veinteañeros sólo existían proyectos de gestar algún día algo interesante en la pantalla grande y hoy ya pueden darse el lujo de decir que una de sus películas se exhibió en un lugar tan emblemático para la cinefilia porteña como la calle Lavalle. Para lograrlo crearon una productora, “
El Changuito (Ch): El corto que hicieron tuvo la particularidad de haberse hecho con una cámara digital. ¿Por qué?
José (J): Fue por una cuestión de recursos. El alquiler de una cámara nos salía bastante para lo que teníamos en ese momento y decidimos usar una cámara de fotos de alta definición que es de mi hermana. La idea también era desafiar un poco el modo convencional de filmar; de hecho actualmente existen festivales de cortos que se hacen con celulares. Además la gente prácticamente no se da cuenta que se hizo con cámara de fotos, el sonido es mono y el registro es directo, sin micrófono.
Ch: ¿Cómo empezaron con la dirección? ¿Tenían alguna experiencia previa?
J: Yo empecé en
Nicolás (N): Yo nunca terminé nada. Empecé en Cineargento y a los dos años y medio dejé porque empecé a laburar. Estudié fotografía en el SICA (Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina) pero tampoco me recibí de nada. De todos modos, siempre estuve en contacto con José por la idea de hacer cortos, eso siempre estuvo presente; para mí es bueno adquirir conocimiento y si bien eso te lo aporta el estudio, también es fundamental moverse y generar proyectos.
Ch: ¿Qué piensan de toda esta nueva camada de jóvenes cineastas, que la crítica rotula como exponentes del “Nuevo Cine Argentino”?
N: El Nuevo cine Argentino extrae muchas cosas del cine de afuera que prefiero seguir viéndolas en el cine de afuera. Me gustaría que haya una identidad más propia.
Quieren hacer “Los 400 golpes” (obra consagratoria de Francoise Truffaut) acá. Me parece que uno de los directores con más estilo es Caetano que tiene cosas que son propias de él.
J: Y además no se olvida del espectador, de entretener al público.
N: Caetano tiene eso: se abre a más público. Vas a ver una de Lucrecia Martel y hay cinco tipos en el cine y tres salen puteando. A mi me gusta lo que ella hace, pero su cine no es para cualquiera.
¿Tienen alguna influencia cinéfila en sus familias?
N: En mi caso, no. Es un parto, porque tenés que encontrar el momento preciso para poder ver una película tranquilo. Te sentís un marciano. De chico, cada vez que mi viejo veía alguna película, por más que estuviera subtitulada a mí me interesaba verla aunque no las entendiese. Pero en mi familia no tienen ese gusto por el cine.
J: En mi casa cada fin de semana vemos 5 películas, pero el gusto por el cine no me lo inculcaron. En realidad yo fui quien más los influenció a ellos. Lo mío pasó más por la TV: “Sábados de súper acción” y “Hollywood en castellano”.
N: Eso es precisamente lo que está faltando en la TV argentina, salvo por Canal 7. El tema son sus horarios, porque pasan muy buenas películas o clásicos durante un día de semana a la 1 de la mañana y así se hace difícil porque no lo puede ver cualquiera. Por ahora lo único que manda es el rating.
J: Antes pasaban películas a la noche por Canal 13. Ahora tenemos “Bailando por un caño”.
Ch: ¿Qué piensan del cine independiente? ¿Se puede hablar de independencia en el cine? ¿Por dónde pasa la independencia para uds?
J: No tengo una opinión formada. A mí no me importaría ser independiente o dependiente. Lo que quiero es mostrar lo que hago. Hay muchos que se embanderan con esta idea de independencia y después terminan siendo auspiciados por Kodak.
N: El tema es que es muy difícil mantenerte trabajando con un cine independiente salvo que seas Jim Jarmusch. El cine independiente existe y nuestro trabajo es prueba de eso. El corto lo hicimos con 30 pesos y un paquete de salchichas para tres días. Eso es independencia.
Otro punto conflictivo para el cine independiente son los festivales. Un festival de cine se organiza para que la gente que no tiene recursos pueda exponer lo que hace y que comience a generar contactos para empezar a trabajar y crecer como director. Si un festival de cine independiente al que acude un montón de gente, con y sin recursos opta por otorgar entre cuatro premios sobre cinco a un mismo corto que fue hecho con un presupuesto muy alto y encima el pibe es sobrino de Eliseo Subiela, eso deja mucho que pensar. Si el corto es bueno, hay que premiarlo y reconocerlo. El tema es que si hay un premio del público, otro al mejor argumental y el Gran Premio del Jurado, me parece que la cosa debería ser más equitativa para los que no tienen recursos. Hay mucho acomodo en varios festivales y eso juega en contra. Si hay cinco premios y los gana uno solo de 429 obras en competencia, es obvio que hay acomodo, cuando en realidad ese corto con ganar sólo el premio principal va a tener la misma difusión que ganando los cinco. Más en nuestro caso donde ningún miembro del jurado concurrió a ver nuestro trabajo cuando lo proyectamos, lo cual fue muy raro y estoy seguro que eso también debe pasar en otros festivales. Ese es el problema del cine independiente.
J: Igual es raro esto del cine independiente. De hecho, en el festival de cine independiente supuestamente se pasan películas que son independientes pero da la casualidad que entran obras hechas en fílmico, muchas de las cuales recibieron subsidios del Estado. O sino, por otro lado tenés otro punto de vista para el que lo inentendible es sinónimo de independencia.
N: El problema está cuando el tipo que hizo ese corto no sabe muy bien qué fue lo que hizo. Pegó tomas y quedaron lindas. Eso es indefendible. Entonces lo que ganó fue el montaje de un montón de cosas que no tenían nada que ver y quedaron prolijas.
Por eso a nosotros nos pareció genial que valoraran algo que hicimos con una cámara de fotos, no por el premio en sí, si no porque nos dan la posibilidad de poder proyectarlo. Me parece que estaría bueno que haya más equidad. Pero por otro lado los festivales te ofrecen sorpresas muy gratas: Juan Carlos De Sanzo (a cargo de la fotografía de La hora de los hornos” y director de “Eva Perón”) se acercó y nos habló muy bien de nuestro trabajo, diciendo que nunca podría haber hecho un corto como el nuestro.
J: También Aníbal Di Salvo, el director de fotografía de Leopoldo Torre Nilsson (uno de los grandes directores del cine argentino de todos los tiempos), lo llamó a Nicolás para felicitarlo por su trabajo.
¿Cómo surgió la idea de filmar “¿Por qué no me tocó ser Michael Keaton?”
J: Yo tenía pensada la sinopsis de la historia desde el año 2003. Este trabajo lo iba a presentar como tesis en Cineargento. En ese momento pensaba hacer un corto de zombies pero al final por cuestiones de presupuesto me decidí por “¿Por qué no me tocó ser Michael Keaton?”.
N: La historia se modificó respecto de la idea original en donde un chico se iba a encontrar con una chica ……Finalmente quedamos en mostrar el estado mental de él, la historia concentrada en un solo personaje y más claustrofóbico.
¿Tuvieron la posibilidad de trabajar en alguna productora antes de largarse con este proyecto?
J: Trabajamos “de onda” con Gabriel Stagnaro - hermano de Bruno- en un corto “La vanidad de las luciérnagas”, una producción en la que actué que ganó un premio en Turquía. Actualmente tenemos varios proyectos para el futuro.
Empezar, hacer, gestar, buscar. La clave para los chicos de La Novia Cine parece estar en no quedarse quietos. La pasión no conoce de pergaminos y certificados, sólo reconoce verbos de movimiento y un tipo de conocimiento que crea y libera en lugar de producir a mansalva más de lo mismo, mientras la dictadura del rating y la taquilla proclaman a viva voz: “es lo que le gusta a la gente”.
¿Por qué no me tocó ser Michael Keaton?
Esta primera producción de
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