Curva de la muerte
Más accidentes, ninguna solución
Hace varios años que la curva de
Irresponsabilidad. Pareciera que todo lo malo que ocurre en
Irresponsabilidad. Del que maneja a cualquier velocidad, del que no respeta las señales de tránsito, del que cruza sin mirar y lo que es más grave aún, de las obras y medidas mal ejecutadas por las autoridades, que en lugar de prevenir siniestros, los incrementan.
En el partido de Alte. Brown, la irresponsabilidad cuenta con un testigo de privilegio. Seguramente el “monolito” que el Rotary Club construyó para homenajear el centenario de la fundación de Burzaco en 1965, no hubiese imaginado que iba a presenciar tanto accidente y muerte.
Tampoco hubiese pensado que en una zona tan peligrosa para transitar como lo es
El mal diseño y trazado de la curva es responsable de los frecuentes accidentes que ocurren en el lugar. Según testimonios de los propios vecinos “cada tanto muere alguien que intenta cruzar la avenida”. Y esto se atribuye principalmente a la falta de semáforos en las esquinas de las calles España o Dardo Rocha.
La curva presenta dos problemas. Contrariamente a lo que ocurre con cualquier otra, esta curva empieza abierta y se cierra, al tiempo que los restantes autos también se terminan cerrando entre sí. Y si el conductor la transita por primera vez, descubre esta dificultad una vez dentro de la misma. No tiene manera de anticiparse.
El otro grave problema involucra al peralte. El peralte es la pendiente transversal que en las curvas se da a la plataforma de una autopista o avenida, a fin de compensar la inercia del automóvil, contrarrestando de este modo la fuerza centrífuga que impele al vehículo hacia el exterior. En el caso de la “curva de la muerte”, el peralte está al revés. Y el peligro se potencia más los días de lluvia.
“Cada dos por tres saco los pedazos de cordón que quedan en el medio de la calle, a raíz de los accidentes que se producen por el brusco giro que esta curva te obliga a hacer cuando manejás”, explica Rául, diarero de la zona, que agrega asombrado “hace un tiempo, un 608 terminó abrazado a una columna cercana a una panadería; las ruedas quedaron mirando para la rotonda de Burzaco, la trompa del auto quedó en dirección a la panadería y el techo, como yendo hacia Adrogué”.
“Una de las soluciones podría ser la de colocar lo que comúnmente se llama “pasos de cebra” que tienen un agarre especial y se encuentran en los caminos peligrosos”, sostiene Raùl. Sin embargo, y pese a la triste estadística que revela 22 muertes diarias por accidentes de tránsito en todo el país, nadie parece querer tomar cartas en el asunto. Una vez más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario