martes, 28 de abril de 2009

San Martín de Burzaco

El changuito en San Martín de Burzaco

Cambia, todo cambia

“Sanma”, único club de la AFA presidido por una mujer, recibe desde hace un par de años jugadores de Japón, a partir de un acuerdo con un club de aquel paìs, vital para su economía.

Sesenta años han transcurrido desde que se aprobò el voto femenino en la Argentina, cincuenta y seis desde los primeros comicios en que se implementò y probablemente en menos de un mes una mujer asuma la titularidad del Poder Ejecutivo a través del voto popular, por primera vez en la historia política nacional. Son tiempos de cambio. ¿O alguien hubiese imaginado un par de años atrás a una representante del supuesto “sexo dèbil” al mando del Ministerio de Defensa o al frente de Economía? No hay dudas de que el rol de la mujer ha crecido y ganado protagonismo incluso en ámbitos considerados masculinos por antonomasia. Como la política, el fútbol es otro buen ejemplo. Hoy en día son cada vez más las que se animan a cambiar tacos por botines, a arbitrar partidos en lugar de planchar y cocinar e incluso a llevar las riendas del club de sus amores. Tal es el caso de Gladys Ruifernández, presidenta de San Martín de Burzaco. Pero esta abogada recién recibida, única mujer que encabeza una entidad de la AFA en la Argentina, no está sola en la tarea que realiza. La acompañan la tesorera Sandra Sandoval y la secretaria Sandra Tort. Conjuntamente con la Capitana de la Comisaría 2º de Alte. Brown, la presidenta de San Martín diagrama los operativos de seguridad para cada partido.

Creado en 1936, San Martín de Burzaco se ubica por estos días a mitad de tabla en el campeonato de Primera C. Son tiempos difíciles para el club, tanto desde el aspecto deportivo como económico. Pero al igual que el contexto social, cultural, económico y político argentino, San Martín también ha cambiado. Su nómina de jugadores ya no se restringe a deportistas locales o de los alrededores de la ciudad. La “globalización” ha llegado a “Sanma”, cuyo plantel está integrado por tres futbolistas japoneses: Yoshikawa Tatsuru (19), Kondo Junpei (20) y Arima Yoshinori (22), producto de un acuerdo entre el “Argentino Fútbol Club” de Japón, escuela de fútbol creada por Vicente Britos, socio de San Martín que reside en el país oriental.

“Los japoneses tienen muy buena técnica pero les falta la “picardía” del jugador argentino. Y muchos se inscriben en la escuela de Vicente porque tienen la posibilidad de venir a jugar y entrenarse acá”, explica Ruifernández. Para Tatsuru “el fútbol argentino es más agresivo, más violento. Te gritan, te alientan. Acá se pone más actitud y más garra. En cambio, en Japón se prioriza la táctica”.

Lo cierto es que por medio de este convenio, los jugadores que vienen de Japón se fichan en el club y pagan una cuota mensual. Ese dinero se destina a las inferiores y al pago del plantel. Lo mismo ocurre con lo que se obtiene por la venta del pase de alguno de estos chicos a un club japonés.

Este ingreso resulta vital para un club que tiene un presupuesto de $10.000, el más bajo de toda la C y que a su vez cuenta con poco más de 300 socios, la mitad de los cuales paga $8 de cuota por mes.

Los jugadores japoneses no tienen un plazo preestablecido para quedarse, lo hacen mientras pueden, ya que sus padres son quienes los mantienen. Tanto Tatsuru (delantero) como Junpei (volante) y Yoshinori (defensor) conviven en una casa de Valentín Alsina, suministrada por el propio Britos y admiran la habilidad de Messi, Aimar y Neri Cardozo. Los tres han terminado el secundario, que en Japón por lo general finaliza a los 15 años. Luego se cursa el ciclo terciario y finalmente el universitario. Tatsuru, el único de los jugadores extranjeros que habla español, estudia en el Lenguas Vivas de la calle Carlos Pellegrini, de Capital Federal y no descuida su otra gran vocación: convertirse algún día en traductor de español y japonés.

En tiempos de marketing, de sponsoring, de packaging, de posicionamiento, en donde todo parece tener un precio, el espíritu de San Martín de Burzaco intenta mantenerse endeble y fiel a un principio que debería ser regla y no excepción: continuar como una sociedad civil en manos de los socios y al servicio de la comunidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario