martes, 28 de abril de 2009

Fernando Caride

Un actor de raza: Fernando Caride

Vivir para actuar (y dirigir)

Nacido en Burzaco, el actor Fernando Caride, de vasta trayectoria en cine, teatro, televisión y radio cuenta con una escuela de formación actoral en el club Independiente de Burzaco a la que concurren niños, adolescentes y adultos que además de divertirse y pasarla bien, buscan potenciar sus canales expresivos y desarrollar su creatividad.

  • Introducción

Toda historia digna de ser contada debe tener un conflicto: obstáculos que se interponen en el camino de los personajes para lograr un objetivo. Ese conflicto supone un “choque” de fuerzas antagónicas que asume diferentes manifestaciones: un hombre contra otro; disputas entre concepciones del mundo irreconciliables, la lucha de uno o varios individuos contra las fuerzas de la naturaleza o simplemente el enfrentamiento de un hombre consigo mismo, con su conciencia y con ello la puesta en crisis de sus valores, sus creencias y el replanteo de su mundo interior. La historia de vida del actor, co-guionista y director Fernando Caride parece inscribirse en este último caso, producto de un accidente automovilístico ocurrido hace varios años que lo tuvo al borde de la muerte. “El estado en que quedó el vehículo y la fosa llena de agua donde cayó harían pensar a cualquiera que era muy difícil que hubiese sobrevivientes. Si no me mataba por el choque, me iba a morir incendiado o ahogado. Pero nada de eso ocurrió”, se jacta con asombro. El accidente fue el punto de partida para replantearse el camino que debía seguir de ahora en más, para darle otro rumbo a su vida y descubrir un talento oculto pero latente: la actuación. Fue así como decidió dedicarse de lleno durante 10 años a estudiar teatro en la Escuela de Formación Actoral (EFA) de Víctor Laplace y Néstor Romero en San Telmo. Y a sólo tres años de haber comenzado a entrenarse, ya estaba haciendo su debut teatral en “La pasión de Don Juan” con el mismo Laplace. Paradójicamente, la misma obra que tiene pensado estrenar en el Club Independiente de Burzaco el próximo 26 de noviembre y el 3 de diciembre con alumnos de tercer año y algunos egresados de su escuela, continuando con el proyecto Funciones de Teatro en Burzaco para todo el público de la zona sur. Pero Caride no se limita sólo a lo estrictamente actoral. También es perito auxiliar en dirección, producción y realización integral de televisión de la escuela de Canal 7 y estudió locución y producción de radio. Entre 1997 y 1998 fue productor ejecutivo de dos programas de América 2 y estuvo a cargo de la dirección de la dramatización de los actores que representaban distintos casos en “Mediodía con Mauro” y “Fenómeno real”,

  • Nudo

La escuela de teatro en Burzaco

La escuela se creó hace siete años y tiene como fundamento una consigna que vislumbra al actor como el único artista que es instrumento y ejecutante al mismo tiempo. La idea del entrenamiento actoral intenta localizar en los alumnos las causas personales que pueden impedir su desarrollo creativo, detectar sus tensiones y aprender a trabajar con ellas, impulsando la imaginación, la observación, la atención y la adaptación del artista.

“Empecé con esto de la escuela debido a la insistencia de unos amigos que me convencieron para que diera unos cursos. Al principio tenía sólo 6 alumnos. Luego se corrió la bola y llegaron a 30. Ese primer año, en el Sportivo Burzaco, terminé con 22 alumnos. Luego me trasladé al Club Adrogué y desde hace cuatro años estoy acá en Independiente, dando clases todos los miércoles y sábados”.

La escuela tiene actualmente alrededor de 100 alumnos. Algunos de ellos están haciendo trabajos para televisión, castings para diferentes programas o protagonizando en cine, tal como ocurrió con una alumna que acaba de grabar una película para España.

Pese a tener la chance de enseñar teatro en una ciudad como Buenos Aires con más potenciales “clientes-alumnos”, Fernando Caride optó por quedarse en la zona sur. “Yo nací acá en Burzaco, en 25 de Mayo y 9 de Julio. La verdad es que me tira la aldea y no hay una explicación racional sobre el porqué elegí quedarme acá. Tampoco quiero encontrarla. Pero lo cierto es que no puedo olvidarme de lo que soy. Y por otra parte está bueno que gente que no podría ir a estudiar teatro a Capital porque no tiene los recursos, pueda hacerlo acá por el 33% de lo que tiene que pagar allá”.

En las mejores salas

“El teatro te permite investigar una obra. En la televisión lo que se rescata es la parte técnica, el grupo de gente que está detrás de las cámaras, mientras que el cine lo que te permite es pasar por el cuerpo esa gran sensación de poder ser, de comprometerte, de focalizar tu atención y manejar el ritmo interno de los personajes”. Precisamente en cine, Caride formó parte de “Casi ángeles”, película de la Universidad de Bellas Artes de La Plata, carrera prohibida durante el proceso. En su reapertura, se llamó a un concurso de guiones. Cinco de ellos dieron origen al filme. Tan amigo quedó de Leonel Compagnet, uno de los directores de la película, que junto a él y a Gabriel Di Ciancio, director de exteriores de “Montecristo”, están embarcados en la escritura de un guión para cine basado en historias de la provincia de Buenos Aires, con personajes cotidianos de los trenes y la Estación Constitución como uno de los escenarios principales.

Ser actor

El actor, director y autor ruso, Konstantin Stanislavsky, creador de una técnica interpretativa que prioriza la naturalidad y la espontaneidad en detrimento del artificio y la actuación declamatoria y recitada, donde los textos parecen repetirse de memoria, concebía al teatro como un medio de creación colectiva donde el actor debía fundirse con sus compañeros. Naturalismo al que Fernando Caride debió recurrir, mientras era dirigido por Adrián Caetano (“Pizza, birra, faso”; “Bolivia”: “Un oso rojo”) en “Tumberos”. “Yo deseaba hacer un personaje dentro de la cárcel. Grabé una escena. Caetano me dijo que ya tenía la toma y me pidió que la repitiese dándome plena libertad para interpretar al personaje. Fue así como dije otro parlamento, muy natural y quedó esa toma”, agrega Fernando. “Fue maravilloso. Después me comentó que todo había funcionado por lo que yo había propuesto y que muchos actores a veces se quejan de que necesitan determinados papeles para jugársela y que cuando cuentan con ese espacio se acobardan y no saben cómo hacer uso de el. Es por eso que la capacidad de juego, de adaptación, el buen entrenamiento o el saber qué lo conmueve y de qué manera son cualidades vitales para cualquier buen actor”, afirma Fernando. .

  • Desenlace

Muere la tarde y con ella, la entrevista. Y mientras Caride se despide y deja entrever una flor de lis (símbolo de la pureza, la alegría y la fuerza de vida) tatuada en su brazo derecho, quedan ecos de una frase repetida por el actor casi al pasar, difícil de olvidar en el saludo final: “una mano que se estrecha con otra es un transplante de corazón”. Humano, sensible, hombre que se emociona con el logro del tipo que parece que nunca puede llegar a nada, Fernando Caride se erige como la muestra viviente de lo que puede hacer cualquier persona de cualquier pueblo que se atreve a un desafío tan apasionante como intimidante, que desconoce de edades y tiempos: crecer.

Multimedios” Caride

Televisión: trabajó en Tumberos, Disputas, Soy gitano, Criminal, Casados con hijos, Sin código, Alma pirata, El tiempo no para, Los simuladores, Los Roldán, Amas de casa desesperadas, 099 Central y Yago, entre otros programas.

Teatro: hizo “La pasión de Don Juan”, “Todos serán mis hijos” (de Arthur Miller), “Yerma” (de FG Lorca), “El clásico binomio”, “Las migas”, “Relojero”, “Guillo, el cantante” y “Las esposas”, entre otras obras.

Cine: trabajó en “Pozos de Zorro”, “El mar de Lucas”, “Casi ángeles” y en varios cortos, mediometrajes y videopoesías.

Radio: A partir de la creación de sus propios personajes humorísticos, conduce, produce y participa en programas de AM y FM (FM De la Ciudad, FM Venus, FM Star y Digital, entre otras)

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